Por ejemplo los animales tienen una respuesta al estrés que puede salvarles la vida (1). En nuestro caso esta respuesta puede “salvarnos” de una situación complicada porque la reacción más conocida es la de “lucha o fuga” ante una amenaza.
Este contexto obliga a nuestro organismo a un envío de hormonas como el cortisol o adrenalina por todo el cuerpo para aumentar la concentración, fuerza, memoria o capacidad de reacción. Una vez que se ha hecho frente a este factor desencadenante el cuerpo regresa a la normalidad (2).
Será en los casos de estrés crónico o continuado en el largo plazo cuando debamos tratarlo como una patología. Una situación que puede derivar en daño físico y mental1. Según la American Psychological Association, se pueden diferenciar varias tipologías de estrés.
La más común de ellas es el estrés agudo. Éste surge de situaciones o exigencias de un pasado reciente o un futuro cercano que se pueden identificar claramente: problemas con el coche, facturas, etc. Al igual que el detonante sus síntomas también son fácilmente identificables: dolores de cabeza y espalda, irritabilidad, depresión o problemas estomacales por ejemplo (3).
El siguiente tipo será el estrés agudo episódico. Se da en personas con una preocupación incesante o con una vida desordenada, con muchas responsabilidades mal organizadas que le exigen mucho tiempo. En estos casos la respuesta de la persona se observa en un estado de agitación con mal carácter, ansiedad y tensión. Los síntomas que lo acompañan son dolores de cabeza tensos, migrañas, hipertensión, dolores en el pecho y enfermedades cardíacas(3)
Por último existe el estrés crónico. Este tipo desgasta a la persona a un nivel físico y mental de manera prolongada ya que no ve una solución a una situación deprimente. Entre alguno de los motivos de este estrés se encuentran las situaciones traumáticas del pasado que originan una visión del mundo negativa. Los peores síntomas de este tipo pueden ser la violencia, los ataques al corazón, la apoplejía o el suicidio (3)
Un profesional sanitario será quien decidirá el tratamiento más adaptado. El tratamiento homeopático es parte del arsenal terapéutico con el que cuenta el profesional de la salud. Los medicamentos homeopáticos son incluidos en el consejo de los profesionales sanitarios para el tratamiento de síntomas en pacientes de todas las edades además, no se han descrito reacciones adversas relevantes asociadas a su toma.
1 Medlineplus.gov [Internet] Estrés [Consultado el 07 de noviembre 2017] Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/stress.html
2 Hormone Health Network [Internet] El estrés y tu salud [Consultado el 07 de noviembre de 2017] Disponible en: http://www.hormone.org/audiences/pacientes-y-cuidadores/preguntas-y-respuestas/2010/el-estres-y-su-salud
3 American Psychological Association [Internet] Estrés agudo [Consultado el 07 de noviembre de 2017] Disponible en: http://www.apa.org/centrodeapoyo/tipos.aspx